COP21: nuevas instituciones, metas más viables
- Alberto Galán
- 3 dic 2015
- 2 Min. de lectura
Cualquier acuerdo en la COP21 de cambio climático, sea el más ambicioso esperado por la ciudadanía o tan limitado como resulte del mínimo común denominador propio de estas negociaciones, exige que tengamos claridad sobre la situación de nuestras instituciones y sus necesidades de cambio.
Escepticismo
Los cientos de miles de personas que se movilizaron el domingo pasado para exigir decisiones de fondo a la COP21 tienen razón al desconfiar de nuestras instituciones, en particular cuando expresan reservas frente a los organismos multilaterales responsables de fijar y cumplir metas ambientales globales. Las instituciones, públicas, privadas y ciudadanas con que contamos no son las que necesitamos. De eso hay amplia evidencia, por la corrupción, la inoperancia de muchas, las inercias que traen de contextos menos apremiantes y por la manera cómo responden ante los fuertes intereses que presionan sobre quienes tienen que tomar las decisiones requeridas.

Alberto Galán. Director de Patrimonio Natural
A nivel empresarial conocimos en la última década el comportamiento de los sectores financieros del mundo que llevó a la crisis del 2008. En meses recientes conocimos el desempeño cuestionable de empresas como Volkswagen y la FIFA y, en casos como el colombiano, las petroleras que buscan tratamientos privilegiados en períodos de crisis y durante los mejores tiempos.
La ciudadanía tiende a ser escéptica frente a las entidades públicas por la corrupción, por su extrema lentitud para interpretar y responder a los grandes retos que desde lo local a lo global tenemos en términos de pobreza, de derechos humanos, de ambiente, de economía y de seguridad.
De las organizaciones ciudadanas sabemos de su fragmentación y falta de coordinación. Con frecuencia nos enteramos de su carencia de recursos y de importantes niveles de cooptación que afrontan muchas como consecuencia de su vínculo con procesos electorales y por el deseo de los sectores empresariales de ejercer control cuando financian iniciativas.
Instituciones para el cambio
Nuestras inquietudes y propósitos como sociedad se logran a través de los arreglos institucionales que vamos acordando y desarrollando. En la actualidad esos acuerdos avanzan lentamente en comparación con el vértigo de la tecnología, las dinámicas de los mercados guiados ante todo por la acumulación del capital y la devastación ambiental y social que sigue rampante.
Es indispensable reconocer y actuar en consecuencia con la magnitud de los cambios requeridos en menos de 35 años. Los acuerdos de las conferencias en torno al cambio climático serán poco significativos si no transformamos las instituciones. Es fundamental disponer de unas dispuestas a la innovación y que se planteen retos de fondo. Su gestión debe anteponer el bienestar y la viabilidad de la humanidad, la preservación de las manifestaciones posibles de la vida existente y unas condiciones generales de la biosfera propicias para esa vida.
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